Cómo tener control total sobre la gestión del color para ofrecer mejores imágenes y menores costos d

Nessan Cleary comparte los factores importantes que contribuyen a una buena gestión del color, que incluye tener un control de proceso eficiente y la importancia de garantizar que todo el personal siga buenas prácticas de trabajo.

En teoría, las rosas deberían ser rojas y las violetas azules, pero, por supuesto, cuando se trata de imprimir, conseguir el tono y los matices exactos depende de la precisión con la que se gestione el color. Con demasiada frecuencia, la gente se pone nerviosa con la gestión del color, que todavía tiene fama de ser una habilidad más difícil de dominar que pilotar un jumbo jet.

Sin embargo, una buena gestión del color se basa más en un buen control del proceso. El color fue una de las primeras partes del flujo de trabajo de producción de impresoras que se profesionalizó por completo. En el pasado, la impresión se consideraba a menudo una industria artesanal, donde los operadores experimentados juzgaban el resultado que salía de las prensas solo a simple vista y realizaban correcciones sobre la marcha. Un flujo de trabajo moderno se basa en la impresión como una industria manufacturera, donde se recopilan y analizan datos de las máquinas, se miden los colores y se produce el resultado según estándares conocidos. En este contexto, la gestión del color es solo una parte del proceso de funcionamiento de una prensa.

Sin embargo, la mayoría de las normas se han desarrollado para la impresión offset, en lugar de para la impresión de inyección de tinta de gran formato, como la ISO 12647. Dado que muchas impresoras de gran formato pueden reproducir una gama de colores mucho más amplia, la tentación es ignorar estas normas. Pero dichas normas proporcionan un punto de referencia conocido con el que los operadores de impresoras pueden trabajar y que los clientes pueden utilizar al firmar trabajos. Además, muchos clientes pueden tener una variedad de trabajos de impresión, como marcas minoristas que desean combinar gráficos de expositores impresos con inyección de tinta con envases impresos con flexografía, etc.

¿Por qué molestarse con la gestión del color?

Muchas imprentas pequeñas pueden llegar a la conclusión de que no tienen muchas marcas internacionales entre sus clientes y que es mejor prestar atención individual a cada trabajo, incluso a ajustar los colores para lograr una mejor saturación. Pero esto ignora la principal ventaja de la gestión del color, que es la de garantizar que se puedan reproducir los colores esperados de manera uniforme. Esto significa que, si es necesario, se puede reimprimir parte de un trabajo sin tener que asumir el coste de reemplazar todo el trabajo. Y lo que es más importante, también significa que no terminará discutiendo sobre el color con un cliente que ha firmado una prueba y esperaba que los colores del trabajo final coincidieran.

Una buena gestión del color también es una parte importante de la automatización de la preimpresión, de modo que se puedan hacer avanzar los trabajos a través del flujo de trabajo de producción lo más rápido posible. La alternativa, dedicar más tiempo a cada trabajo, limitará cualquier posibilidad de aumentar las ventas y los ingresos.

Una ventaja adicional es que también puede proporcionar pautas a los clientes sobre cómo configurar sus archivos para su flujo de trabajo, lo que minimiza el tiempo que se debe dedicar a corregir los archivos de los clientes. Y, por supuesto, todo lo que conduzca a una experiencia más fluida para el cliente también debería ayudar a una imprenta a mantener su reputación.

Perfiles

La clave de cualquier sistema de gestión del color es crear perfiles para cada dispositivo a fin de estar seguros de sus características particulares. Esto debería incluir también los monitores, de modo que los operadores puedan estar seguros de que los colores que ven en la pantalla coinciden con los que salen de las impresoras. Lo ideal es que esas pantallas estén equipadas con parasoles para limitar el riesgo de que la luz externa afecte la apariencia de los colores mostrados. Cada máquina de impresión también necesitará su propio perfil, y estos perfiles también cubrirán tanto la tinta y el sustrato como la propia máquina. Esto significa que necesitará perfiles separados para cada sustrato utilizado con una impresora determinada.

La mayoría de los fabricantes suministran perfiles para sus propios equipos y estos perfiles pueden ser lo suficientemente buenos para muchos trabajos. Pero es mucho mejor crear sus propios perfiles, ya que serán específicos para sus condiciones de trabajo, incluidas la temperatura y la humedad, que pueden afectar la salida de color de algunos dispositivos de inyección de tinta. También debe actualizar los perfiles con el tiempo para asegurarse de que sigan siendo precisos, ya que las calibraciones pueden variar, en particular a medida que se reemplazan los cabezales de impresión.

El proceso de elaboración de los perfiles puede ser un poco tedioso, ya que implica imprimir una tabla de prueba y luego medir una serie de parches de color. Para ello, necesitará un espectrofotómetro y definitivamente vale la pena pagar por una solución automatizada que pueda medir toda la tabla de prueba de una sola vez. Por lo tanto, debe enviar el espectrofotómetro al fabricante aproximadamente una vez al año para asegurarse de que también esté calibrado.

LEYENDA: El espectrofotómetro Barbieri LFP qb tiene un cabezal de medición extraíble y toma mediciones M1

El otro factor es el software que estás usando. Una pequeña imprenta con solo una o dos impresoras puede depender de un RIP bastante básico, que probablemente tendrá un nivel limitado de gestión del color, a menudo simplemente eligiendo los perfiles apropiados. Un software RIP más avanzado, y cualquier cosa que se haga pasar por un flujo de trabajo de gran formato, podrá comunicarse con tu espectrofotómetro para crear tus propios perfiles. El software de este nivel también debería darte una opción para optimizar los colores para ahorrar tinta. Por lo general, esto funciona reformulando las separaciones, utilizando más negro para la información tonal a fin de reducir el nivel de los otros colores necesarios para la saturación.

Las imprentas de mayor tamaño deberían contar con un software específico para la gestión del color, o incluso un servidor de color para aplicar automáticamente los perfiles adecuados a todos los trabajos que llegan a cada cola de impresión. Hay varios paquetes diferentes entre los que elegir. Alwan, por ejemplo, ha desarrollado ColorHub, que puede optimizar las separaciones de color en archivos PDF y simular con precisión los colores directos, además de garantizar que varias prensas estén calibradas juntas. Otra alternativa popular es ColorServer de GMG, que puede convertir entre espacios de color, incluidos los multicolores que son comunes en los envases. Viene con el módulo OpenColor para gestionar perfiles.

LEYENDA: ColorServer de GMG incluye el módulo SmartProfiler

La etapa final consiste en comprobar el resultado de la impresión mediante la impresión de barras de color en el borde de una hoja. Existen varios sistemas en uso, siendo el más común el sistema de cuña de medios Fogra, aunque algunos programas tienen su propia variación. Esta validación proporcionará una rápida advertencia de posibles problemas antes de que el trabajo llegue al cliente.

En conclusión, si se asegura de que todo el personal se adhiera a buenas prácticas laborales para mantener las máquinas correctamente calibradas, aplicar los perfiles correctos y validar los resultados, los colores se cuidarán solos. Esto le ahorrará muchos problemas a la hora de tratar con clientes insatisfechos, por no mencionar el costo de reimprimir trabajos, lo que a su vez protegerá sus ingresos.

Para descubrir el contenido más reciente que cubre una amplia gama de sectores, incluida la gestión del color , el control de procesos y las tintas, suscríbase al boletín mensual gratuito de FESPA, FESPA World, disponible en inglés, español y alemán.