Entra la Generación Z: cerrando la brecha generacional en el lugar de trabajo

Con más generaciones que nunca trabajando juntas en el lugar de trabajo, ¿cómo podemos combinarlas con éxito para crear un negocio próspero?

El futuro de la industria de la impresión depende de la integración y la especialización digitales. También requiere la llegada de jóvenes, un problema perenne en el sector de la impresión. La gente trabaja más tiempo que nunca en todos los sectores de la industria, incluido el de la impresión, y los lugares de trabajo cuentan ahora con una amplia gama de edades de empleados, desde los Baby Boomers que se acercan a la jubilación hasta la Generación Z (Gen Z) que recién hace su debut en la fuerza laboral.

Esta mezcla diversa de generaciones, cada una con sus propios valores, experiencias y estilos de trabajo, ofrece oportunidades interesantes, pero también desafíos. ¿Estas diferencias causarán conflictos o la fuerza laboral puede encontrar formas de colaborar y prosperar? Comprender cómo estas generaciones pueden trabajar juntas y compartir ideas puede ser clave para el éxito futuro de la industria.

No generalizar

Es fácil hacer suposiciones y generalizaciones sobre otras generaciones. Los baby boomers pueden ver a la generación Z como alguien con derecho a todo, desconectado o incapaz de dejar el teléfono, mientras que la generación Z puede ver a los trabajadores mayores como resistentes al cambio, demasiado dictatoriales o desconectados de la tecnología moderna.

Un trabajador de mayor edad puede suponer que un joven va a estar desmotivado o vago. Pero no es tan sencillo.

Pero los estereotipos populares simplifican demasiado la realidad. Cada trabajador aporta una perspectiva única a la imprenta, independientemente de su edad. Si bien es útil identificar las características generales que pueden definir a una generación (como la vida permanentemente en línea de la Generación Z o la ética laboral estricta y controlada de los Baby Boomers), estas etiquetas pueden hacer que ignoremos el valor de cada persona como individuo. Por ejemplo, un trabajador mayor puede suponer que una persona joven va a estar desmotivada o vaga. Pero la diversidad en cuanto a edad y perspectivas (al igual que con otras características: orientación sexual, raza, neurodiversidad, etc.) trabajando en pos de un objetivo compartido puede ser beneficiosa para la creatividad, la innovación y el éxito empresarial.

La generación Z también tiene sus expectativas en cuanto a su lugar de trabajo: en particular, la expectativa de un cambio rápido y constante. En general, quieren líderes que guíen por consenso, un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal y una experiencia laboral honesta, abierta y auténtica. Probablemente estén mejor preparados para enfrentar el turbulento reequilibrio tecnológico y económico que se avecina que los trabajadores de mayor edad y no deberían ser desestimados ni menospreciados por aquellos que priorizan un trabajo de nueve a cinco por sobre la agilidad, la creatividad y la colaboración. Las personas mayores, quienes ocupan puestos de autoridad, deben reconocer que los tiempos están cambiando y adaptarse en consecuencia.

Barreras para una fuerza laboral cohesionada

Una posible barrera es la comunicación. Las generaciones mayores, acostumbradas a las interacciones cara a cara o a la correspondencia formal por correo electrónico, pueden tener dificultades para conectarse con trabajadores más jóvenes que prefieren métodos de comunicación digitales más informales. Si no se manejan adecuadamente, podrían surgir malentendidos o falta de claridad.

Otro desafío es el miedo al cambio. Para las generaciones mayores, la oleada de avances tecnológicos puede parecer abrumadora, pero las generaciones más jóvenes suelen estar ansiosas por adoptar nuevas herramientas y procesos. Pero el entusiasmo por el cambio a veces puede chocar con los códigos de práctica establecidos. La resistencia a adoptar nuevas tecnologías o cambiar los métodos antiguos puede causar fricciones, especialmente si los empleados mayores sienten que su experiencia y conocimientos están infravalorados.

Aprendiendo unos de otros

La ventaja es que estas diferencias también pueden ser una poderosa fuente de innovación y crecimiento. Los baby boomers y la generación X tienen décadas de experiencia en el terreno, habiendo acumulado una gran cantidad de conocimientos técnicos y empresariales. También han establecido relaciones con clientes, proveedores y socios, necesarias para mantener operaciones comerciales sólidas y estables.

Por otro lado, la Generación Z aporta una perspectiva nueva y centrada en lo digital. Criados en una era de rápidos avances tecnológicos, son expertos en el uso de nuevas herramientas, redes sociales y estrategias de marketing digital que pueden ayudar a las empresas de impresión a mantenerse competitivas en el panorama moderno. La capacidad de la Generación Z para pensar de manera innovadora, junto con su fluidez en las nuevas tecnologías, puede impulsar la innovación y la eficiencia.

Al aprender unas de otras, las distintas generaciones (tradición y modernidad) pueden complementarse entre sí. Las generaciones mayores pueden enseñar a los trabajadores más jóvenes los matices de la técnica de impresión y las relaciones comerciales, mientras que los trabajadores más jóvenes pueden ayudar a sus colegas a adoptar las últimas tendencias digitales. Este valioso flujo de conocimiento tiene el potencial de generar más innovación y cambios positivos.

Un nuevo tipo de jerarquía en el lugar de trabajo

Para que esta colaboración prospere, puede ser necesario un cambio en la jerarquía del lugar de trabajo. Una estructura tradicional, de arriba hacia abajo, puede no ser la mejor manera de fomentar el intercambio de ideas entre generaciones. En cambio, un enfoque más colaborativo y flexible podría ayudar a aprovechar los beneficios de una fuerza laboral multigeneracional.

La Generación Z también puede beneficiarse de la colaboración con trabajadores experimentados al salir de sus cámaras de eco digitales.

En un entorno menos jerárquico, los empleados más jóvenes pueden sentirse más cómodos aportando sus ideas, mientras que los de mayor edad pueden estar más abiertos a escuchar y adaptarse a nuevos procesos. En las empresas exitosas, ahora es común tener tutorías "inversas", donde los empleados más jóvenes comparten conocimientos técnicos y los trabajadores de mayor edad ofrecen perspectivas sobre la historia y las mejores prácticas de la industria y crecen juntos. Al conocerse entre sí, en lugar de abordarse como enemigos, las generaciones pueden avanzar en la misma dirección.

Si bien los estilos de trabajo y los valores pueden diferir, la mayoría de los empleados de distintas generaciones se mueven por los mismos objetivos fundamentales: producir productos de alta calidad, satisfacer las expectativas de los clientes y contribuir al éxito de la empresa. Al alinear a todos en torno a estos objetivos fundamentales, las empresas pueden unir perspectivas y habilidades diversas en pos de un propósito común.

Es importante mostrar respeto a los jóvenes y reconocer su potencial para impulsar la innovación. Son nativos digitales, con un dominio pleno de las herramientas y tecnologías que serán esenciales para la evolución de la industria de la impresión. Sin embargo, la Generación Z también puede beneficiarse de la colaboración con trabajadores experimentados. Al salir de sus cámaras de eco digitales y relacionarse con el mundo creativo, físico y técnico de la impresión, pueden prosperar en la industria y obtener conocimientos valiosos que solo pueden surgir de la experiencia.