Estrategia de flujo de trabajo para una producción y un cumplimiento personalizados y sin inconvenie

El futuro de la moda se basa en la tecnología inteligente, pasando de la moda rápida y derrochadora a la producción personalizada y bajo demanda. La impresión digital, la automatización y la IA son clave para reducir el desperdicio y satisfacer la demanda de artículos únicos. Los datos estandarizados y la integración fluida son cruciales para la eficiencia y la sostenibilidad.

El futuro de la fabricación de moda y prendas de vestir debe basarse en la tecnología de flujo de trabajo inteligente, como se debatió en una mesa redonda con los expertos del sector Guy Alroy de Early Vision, Oliver Mustoe-Playfair de Prinfab y Phil McMullin de Epson. Este artículo de liderazgo intelectual sintetiza las conclusiones clave de su interesante y reveladora conversación.

La industria de la moda no está exenta de desafíos. La moda rápida, con su perjudicial impacto ambiental, ha sido una preocupación importante. Phil McMullin, de Epson, destacó el alarmante hecho de que «el 30 % de la ropa que se fabrica cada año no se vende, lo que genera el 4 % de las emisiones globales». Por lo tanto, se requiere un enfoque más sostenible. Phil McMullin enfatizó aún más este punto al afirmar: «El modelo actual de sobreproducción es claramente insostenible. Los avances tecnológicos, en particular en la impresión de precisión, ofrecen soluciones viables para reducir los residuos, permitiendo a minoristas y diseñadores producir solo lo que realmente se necesita».

La conversación destacó la impresión textil digital como una solución esencial en el flujo de trabajo de productos personalizados. Oliver Mustoe-Playfair, de Printfab, una marca de comercio electrónico que produce textiles impresos bajo demanda, destacó cómo la eficiencia de la impresión digital reduce el desperdicio. Oliver reiteró el papel fundamental de la automatización y las soluciones de software para optimizar los procesos y mejorar la sostenibilidad.

«La impresión textil digital tiene el potencial de revolucionar la industria textil», señaló Oliver Mustoe-Playfair. «Al combinar la precisión con la automatización, podemos reducir significativamente el exceso de producción, manteniendo al mismo tiempo una calidad excepcional. Se trata de un enfoque vanguardista que aborda tanto la demanda del consumidor como la responsabilidad ambiental, y esa disciplina es la base de nuestra cultura empresarial».

Guy Alroy, de Early Vision, compartió este enfoque al hablar sobre la integración de la adquisición de diseño, la producción y el comercio electrónico para optimizar los flujos de trabajo. «Creemos que al optimizar todo el ciclo de vida, desde el diseño hasta la entrega, podemos crear un proceso eficiente que impulsa la eficiencia y reduce el desperdicio», afirmó Guy Alroy. «Nuestro objetivo es empoderar a las empresas para que se adapten a los desafíos modernos sin comprometer la creatividad ni la calidad».
Uno de los cambios clave en la industria, según señalan los expertos, es la transición de la moda rápida a la moda personalizada. Si bien la personalización requiere capacidades bajo demanda, lo contrario no es necesariamente cierto.

Las capacidades bajo demanda se centran en la capacidad de producir artículos de forma rápida y eficiente en lotes más pequeños, a menudo impulsados por datos en tiempo real y las necesidades del mercado, sin necesidad de una personalización a medida. Esto significa que una empresa puede operar con un modelo bajo demanda simplemente produciendo productos estandarizados en respuesta a la demanda del consumidor, reduciendo el exceso de existencias y el desperdicio de producción. Sin embargo, la moda personalizada va un paso más allá, ya que requiere no solo eficiencia bajo demanda, sino también tecnologías avanzadas para respaldar el diseño y la fabricación de infinitas variables de producto e impresión. Esta distinción destaca que, si bien la producción bajo demanda es la base de la agilidad de la fabricación moderna, la personalización añade un nivel adicional de complejidad e innovación.

Los expertos coincidieron en que la tecnología digital y la automatización permiten a las empresas gestionar tiradas cortas y artículos personalizados de manera eficiente, satisfaciendo así la creciente demanda.

La producción bajo demanda parece tener sus desafíos. Guy Alroy compartió su perspectiva sobre las dificultades de gestionar microfábricas, en particular las ineficiencias en la espera de las aprobaciones de diseño y la necesidad de flujos de trabajo más optimizados. Sin embargo, enfatizó que soluciones de software como las de Early Vision podrían minimizar eficazmente estos problemas. Y, con un ejemplo, explicó cómo conectar el comercio electrónico con las operaciones administrativas y automatizar el proceso de preparación podría reducir notablemente los puntos de contacto. Afirmó: «La clave para superar estos desafíos reside en la integración y la automatización: vincular las plataformas de comercio electrónico directamente con los procesos de producción elimina pasos innecesarios y acelera todo el flujo de trabajo».

El papel de la Inteligencia Artificial (IA) en el futuro de la industria textil fue otro tema clave de debate. Alroy destacó el potencial de la IA generativa para democratizar el diseño y mejorar la personalización. Previó que la IA sería fundamental para automatizar los flujos de trabajo de impresión y corte, ayudando así a las pequeñas marcas a gestionar múltiples combinaciones de colores y pequeñas cantidades.

Un tema recurrente fue la necesidad de formatos de datos estandarizados para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad. Un formato de datos común para describir los productos manufacturados podría facilitar la conexión fluida entre las plataformas de comercio electrónico y las líneas de producción. Esta estandarización también podría servir de base para la adopción de la robótica y la automatización, optimizando así el proceso de corte y confección en las instalaciones de producción bajo demanda.

En conclusión, el futuro de la industria textil exige la integración de tecnologías de flujo de trabajo inteligentes. La transformación de la industria depende no solo de la adopción de la impresión textil digital y la producción bajo demanda, sino también de la integración de la IA y los formatos de datos estandarizados. La misión es clara: impulsar la eficiencia, reducir los residuos y crear un futuro más sostenible para la industria de la moda.

La personalización representa una poderosa oportunidad comercial para la industria textil impresa, ya que se adapta a las cambiantes expectativas de los consumidores. Los clientes modernos exigen cada vez más productos que reflejen su individualidad, fomentando una conexión emocional más profunda con las marcas y abriendo un amplio abanico de oportunidades comerciales. Al aprovechar tecnologías como la IA y la impresión digital, las empresas pueden ofrecer diseños personalizados y productos a medida a gran escala. Esto no solo mejora la satisfacción del cliente, sino que también impulsa una mayor fidelidad a la marca y la disposición a pagar más por artículos personalizados exclusivos.

La agilidad de la producción inteligente bajo demanda impulsa esta tendencia, permitiendo a las marcas evitar la sobreproducción y responder con rapidez a las demandas específicas de los clientes. Para cumplir, la industria de la impresión debe adaptarse y comunicarse con todos los actores de la cadena de suministro, utilizando un solo lenguaje para lograr un éxito de fabricación sin interrupciones.

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