¿Las pantallas digitales para interiores son un desafío para los impresores?

Nessan Cleary analiza cómo la creciente popularidad del uso de pantallas digitales para la exhibición de interiores puede suponer un desafío para las imprentas. Nessan afirma que existen numerosas opciones sustentables para impresiones diseñadas para espacios interiores.

Todos estamos acostumbrados a ver distintos tipos de señalización en espacios interiores, desde señalización e información hasta publicidad. En los últimos diez años, aproximadamente, esta combinación ha comenzado a incluir pantallas digitales y el uso de dichas pantallas se ha acelerado rápidamente desde la pandemia. Algunos pueden verlo como un desafío para los gráficos impresos, pero también representa una nueva oportunidad de diversificación.

El uso de pantallas digitales tiene numerosas ventajas. Las pantallas son naturalmente brillantes y atraen la atención de forma natural, uno de los principales retos de cualquier tipo de publicidad gráfica. Pueden incluir vídeos y animaciones, y pueden mostrar varios mensajes en forma cíclica, lo que puede mantener la atención de los espectadores. El hecho de que los mensajes puedan cambiar constantemente significa que el espacio puede venderse muchas veces, dependiendo del momento en que se muestre cada mensaje.

Los mensajes se pueden cambiar fácilmente sin necesidad de enviar un equipo para desmontar y colocar los carteles impresos. Por lo tanto, los carteles digitales son ideales para campañas de marketing de muy corta duración o ventas relámpago. Y como los mensajes se pueden actualizar rápidamente, la publicidad se puede modificar para que se adapte a las circunstancias imperantes, como las condiciones meteorológicas o el resultado de un evento deportivo. Del mismo modo, el mensaje puede cambiar a lo largo del día, por ejemplo, publicitando cafeterías por la mañana y luego pasando a restaurantes más tarde.

En muchos espacios interiores, las pantallas digitales cumplen una función adicional, como ayudar a los compradores a orientarse en un centro comercial o proporcionar actualizaciones sobre el tráfico en una estación de servicio de una autopista. Algunos establecimientos de comida rápida ya han comenzado a utilizar pantallas interactivas para mostrar los menús y permitir a los clientes pedir su comida directamente desde las pantallas, junto con un módulo de pago NFC para tarjetas bancarias y teléfonos móviles.

La configuración de una pantalla digital consta de dos partes fundamentales. La primera es, obviamente, la pantalla en sí, con su carcasa. El precio de las pantallas ha bajado mucho en los últimos años. No obstante, la pantalla deberá tener una resolución lo suficientemente alta para poder verla de cerca y ser lo suficientemente brillante para soportar las condiciones de luz ambiental en el lugar donde se la va a colocar.

La otra mitad es el sistema de gestión de contenidos, que controla el reproductor multimedia. En el caso de pantallas individuales, el contenido se puede ejecutar desde una memoria USB. Pero en muchos entornos interiores, como un centro comercial o unos grandes almacenes, donde puede haber varias pantallas en uso, tiene sentido disponer de un sistema de circuito cerrado totalmente conectado en red que proporcione un único punto de control para todas las pantallas.

Las pantallas grandes pueden ser un elemento que transmita un mensaje. ©Nessan Cleary

El principal inconveniente de una instalación con varias pantallas es el alto coste de instalación, sobre todo en recintos grandes con muchas pantallas. Habrá costes constantes de mantenimiento y, por supuesto, de la energía para hacer funcionar el sistema. También habrá costes adicionales por tener que sustituir las pantallas de vez en cuando.

Sin embargo, también hay varias soluciones independientes disponibles que permiten a las empresas probar la eficacia de utilizar un pequeño número de pantallas digitales sin tener que gastar grandes sumas. La más sencilla es un soporte seguro para tabletas que puede sostener una tableta a una altura convencional, utilizando la propia energía de la batería de la tableta y la capacidad de conexión en red para una pantalla interactiva eficaz que se puede instalar fácilmente donde sea necesario. También hay quioscos independientes más grandes que pueden incorporar otras características, como un dispensador de desinfectante de manos o un soporte para folletos que se puede utilizar en cualquier lugar, desde un stand de exposición hasta unos grandes almacenes. Estas unidades suelen obtener su contenido de una memoria USB, de modo que solo necesitan un enchufe de red eléctrica estándar para funcionar. También hay soportes tipo tótem más grandes con pantallas que suelen tener unas 55 pulgadas y que funcionan con un sistema operativo Android para que se puedan conectar a través de WiFi y puedan obtener contenido de Internet. Estos soportes pueden incluso incorporar altavoces para admitir contenido de vídeo o reproducir música.

Impresión e interactividad

Las pantallas táctiles son inherentemente más interactivas que otras pantallas, pero solo pueden ser utilizadas por una persona a la vez. El uso de un código QR puede aportar un grado de interactividad a cualquier pantalla impresa, incluso para realizar pedidos de productos, ya que muchas personas ahora utilizan sistemas de pago en sus teléfonos móviles.

Existen otras ventajas de los expositores impresos que no se deben pasar por alto. Son relativamente baratos y pueden tener una larga vida útil, especialmente en interiores. La instalación suele ser sencilla en muchos entornos interiores, ya que los marcos están permanentemente en su posición, de modo que solo es cuestión de reemplazar una hoja impresa por otra.

Y, por supuesto, la impresión no se limita a los gráficos de exposición, sino que también puede incluir gráficos de suelo para guiar a los visitantes por un espacio interior, así como revestimientos de paredes que pueden crear una experiencia inmersiva. Las telas estampadas pueden contribuir enormemente a esto, por ejemplo, con muebles suaves en una cafetería o cortinas para separar diferentes áreas y crear una experiencia más suave en un entorno minorista.

Otro factor a tener en cuenta es la sostenibilidad general, que varía de un lugar a otro. Se puede argumentar que la señalización digital es más sostenible porque no hay material impreso que retirar y desechar una vez finalizada la campaña de marketing. Sin embargo, el funcionamiento de una red de pantallas tendrá su propia huella energética, por lo que su sostenibilidad general dependerá realmente de cómo se genere esta energía. Además, las propias pantallas tendrán que sustituirse cada pocos años, ya sea por desgaste o simplemente para mejorar la calidad de la pantalla, que necesitará cierto cuidado para reciclarse adecuadamente. Es probable que esto se convierta en una preocupación cada vez mayor a medida que se introduzcan más regulaciones para reducir el nivel de residuos electrónicos que producen actualmente las naciones desarrolladas.

Existen muchas opciones sostenibles para impresiones destinadas a espacios interiores, muchas de las cuales se pueden encontrar en las propias exposiciones de Fespa. Esto abarca desde una selección de sustratos, incluidos textiles y tableros a base de papel, hasta el uso de tintas a base de agua. Por lo general, no es necesario laminar las impresiones para uso en interiores y no se justifica el uso de plásticos resistentes a la intemperie para que la impresión pueda ofrecer una opción altamente sostenible.

Sin embargo, el análisis final se reducirá a una cuestión de costo versus beneficio. Para muchos espacios, eso dará como resultado una combinación de pantallas digitales en áreas de alto tránsito, respaldadas por diferentes opciones impresas.

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